Mientras vamos navegando por las tortuosas aguas de la primera evaluación os propongo un rato de reflexión entre la música de Samuel Barber y la pintura de Picasso. Se trata de un cuadro que hizo a la hija cuando abrazaba a su muñeca. Si buscáis en la red aparecen otros bocetos anteriores, para Picasso el cuadro era siempre algo inacabado y trabajaba mucho para detallar el momento adecuado. Parece como si las caras, aún estando desfiguradas igual que el cuerpo, consiguieran expresar perfectamente lo que tienen dentro, de manera que la muñeca parece una niña más pequeña pero no menos sensible.
En lo que a la música se refiere, os pongo el "Adagio for strings" que ya pudisteis escuchar en clase el otro día (aunque bastante interrumpido por las circunstancias). Es, sencillamente, una obra maestra.